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Bogart Story Blue by Jacques Bogart

Este perfume de alrededor del 2012 corresponde a una edición pareada para el público masculino, con ambas fragancias distinguiéndose entre ellas por el color de sus envases que en inglés son Red y Blue, en especial con la edición azul siguiendo una línea aromática más tradicional que su par rojo y que se acerca a lavanda y tonos frescos de bosque al enebro. El envase sigue la misma forma de botella de Bogart Story Red, con un frasco rectangular de vidrio azul oscuro y un tapón negro no removible que lleva 2 decorados tipo argollas o asas cuadradas alineadas con los bordes de la botella y que contiene al frente una ranura para que se mueva el spray. El grupo Jacques Bogart no cuenta con un sitio donde publique información sobre sus productos, sin que se tenga un detalle oficial de la composición aromática de este perfume.

En partida la fragancia muestra una nota muy volátil de eucalipto con rasgos de alcanfor que desciende por segundos hacia tonos de bosque al pachulí con cercanía al efecto oscuro y verde de Polo de 1978, incorporando a los 5 minutos una capa de lavanda limpia con giros de herbales tipo ajenjo que recuerdan el aroma de un acondicionador de hierbas Wella de los años ochenta, sintiéndose a los 15 minutos una reducción de la capa de eucalipto que deja paso a bayas de enebro a la menta. En fase media a los 30 minutos se mantiene a nivel dominante el punto de enebro con rasgos de menta que sigue el estilo de Wings y de Eternity de Calvin Klein, sumando un pequeño brillo chispeante de jengibre que produce un efecto de gás carbónico de una ginger ale, con aumentos de turbios de resina cercanos a musgo de roble y pachulí a 1 hora de aplicado que proporcionan un acabado cercano a cuero fresco al fondo en torno a 1 hora y media de la partida y que va acompañado de cáscara de pomelo levemente amarga. A las 2 horas la fragancia comienza a agregar tonos florales de la familia del jazmín y las violetas que se sienten como una evolución del punto frío de bayas de enebro, con la cáscara de pomelo tomando un matiz plástico un poco más sintético con el que se acerca a flor de azahar y conservando una línea de jengibre al ginger ale que inclina la mezcla hacia un estilo más acuático al combinarse con impresiones de lavanda, variando lentamente hacia las 3 horas hacia un estilo más floral que mantiene todavía un dominio de bayas de enebro, volviéndose más frío hacia las 4 horas y mostrando un cuerpo menos volátil y más polvoso y plástico que parece centrarse en flores de azahar con jazmín y lavanda, con ásperos de pomelo y aumentos de verde de pachulí que profundizan la presencia de especiados secos. En torno a las 6 horas el aroma se vuelve a simplificar y a centrar en bayas de enebro a la menta con florales fríos de jazmín pero con un efecto más sintético, con un aire de especiados y un salado ligero que se acerca a pachulí, volviendo a bajar la complejidad a las 9 horas en torno a jazmín y lavanda que adquiere una sensación de jabón más lineal a las 12 horas. En fase final a las 24 horas la fragancia aumenta levemente su complejidad y profundidad al dar una idea más plástica del jazmín que va por flor de azahar y un tipo de resina ambarada, con fondos de enebro frío y aumento de terrosos de la familia de las maderas y las especies a la nuez moscada, enfocándose a los pocos segundos estas 2 vetas en un pachulí de bosque.

La fragancia se apega a un estilo fresco medianamente clásico, con recuerdos de perfumes masculinos limpios y frescos de la década del noventa centrados en enebro y menta, agregando un punto de diferenciación al incorporar florales más secos de la familia de la flor de azahar que tienen presencia dominante sólo en las primeras horas de aplicado, apuntando hacia un uso de diario general atemporal de exteriores e interiores, prácticamente indiferente de la época del año y con cierto grado de uso deportivo en eventos sociales semiformales de baja transpiración. En oficina el aroma se apega a lineamientos laborales limpios y correctos, con un efecto memoria mediano que tiende a apuntar hacia una imagen madura al ascender la veta mentolada del pachulí y de paso reduciendo la impresión de dinamismo, sin llegar a consolidar una imagen autoritaria. En el caso nocturno el aroma mantiene su línea seria y clásica, apuntando hacia el segmento semiformal de cenas importantes y matrimonios nuevamente de imagen correcta y medianamente madura, sintiéndose rígido o apagado en juntas con amigos y fiestas. En lo romántico las vetas mentoladas restan atractivo sensual al perfume, entendiéndose como un aroma para un disfrute personal. Rango de edad entre 30 y 60 años.