Ted Lapidus Black Extreme by Ted Lapidus

Esta fragancia del año 2012 aparece en el mercado celebrando el aniversario número 25 de la fragancia Ted Lapidus pour Homme, una de las más vendidas dentro de la filial de perfumes de la casa francesa Ted Lapidus, con esta edición reinventando la fragancia y dándole una nueva perspectiva en lugar de revisitar el aroma original, apuntando a conseguir líneas más tibias y más misteriosas que su predecesor. El envase se apega a la misma forma de botella establecida por Ted Lapidus pour Homme, cambiando tanto la parte del frasco como el tapón a un color negro, con la caja conservando el diseño tipo mármol pero reemplazando los tonos grises de la primera versión por negro. En el sitio de Ted Lapidus señalan que las notas principales del perfume son: pimienta negra, cítricos, hojas de violeta, azafrán, flor de azahar, ládano y granos de tonka.

En partida la fragancia se siente más simple y menos profunda que la versión original, con un inicio en incienso que comparte rasgos de resina y que se abre rápido hacia tonos florales masculinos tradicionales, en principio hacia jazmines de los años ochenta que van seguidos por tonos sucios cercanos a granos de tonka. En fase media a 30 minutos se siente un ascenso rápido del floral que se estabiliza en una flor de azahar con alta influencia plástica y con rasgos dominantes que superan al incienso, agregándose variaciones verdes mentoladas de ciprés con cuero y musgo en segundo plano que van seguidas de un tono oscuro de la familia de los especiados que produce picor en nariz, sumando a 1 hora de aplicado una capa jabonosa que vuelve a recordar a jazmines. A las 2 horas el aroma incorpora tintes sucios de resina que arrastra componentes animales por el lado del cuero, con una idea de civeta que se descompone rápidamente en flor de azahar con limones y tonka, complementado con ideas de maderas ásperas al fondo cercanas a tierra húmeda con un ciprés con baja presencia de verdes, con reapariciones de pimienta negra mesurada y predominio de jabón de jazmín que se mezcla con inciensos, con el aroma rebajando a las 3 horas los inciensos y las impresiones oscuras en beneficio de las capas dominantes de jabón de jazmín paralelas a las resinas y que recuerdan simplificaciones de fragancias de los años ochenta en la línea de Animale Men y Polo verde. Al pasar las 4 horas el perfume sufre una baja notable de intensidad, con un dominio inicial que se mantiene en jabón floral y que incorpora a nivel de base una mayor presencia de mentolados sucios que derivan de ciprés y vetiver seco, con fondos de incienso que absorben gradualmente el aroma a jabón, dando a las 8 horas la idea de varillas de incienso con esencia de flores y acompañado de ásperos de cuero con tierra de azafrán y mentolados de cardamomo, llegando a las 12 horas con tonos más bajos de esta estructura y agregando una nueva resina más dulce y fresca al fondo que va por ládano. En fase final a 24 horas la intensidad del perfume baja considerablemente reduciendo las porciones más agresivas, conservando una base de florales al jabón que todavía guarda relación con inciensos aromatizados, dando mayor profundidad a algunas resinas al fondo que se amplían hacia olíbano, mirras y ládano medianamente dulce y complementado con vestigiales de verde de bosques y picores suaves de pimienta.

La fragancia presenta un resumen de varias familias aromáticas usadas en perfumes de los años ochenta a modo de recuerdo de la versión clásica de Ted Lapidus pour Homme de 1987, mesurando la profundidad de estos grupos aromáticos para evitar caer en un estilo antiguo y mostrando un comportamiento en general serio y opaco que calza en un estilo de diario invernal y semiformal, alejado de grandes brillos y apelando a rectitud y rigidez a cargo de inciensos y pimienta que son suavizadas por vetas de jabón, en general alejado de actividades deportivas y por momentos optando hacia eventos sociales al aire libre o en espacios bien ventilados lejana a situaciones cotidianas. En oficina el aroma en sus primeras horas se siente intimidante e intrusivo, con rasgos serios y de baja empatía que parecen alinearse con intenciones de autoridad o de diferenciación, pero a la vez rehuyendo de ideas básicas como trabajo en equipo, con un efecto memoria relativamente alto por lo particular del aroma y por una sensación subjetiva oscura que se confunde con humo de incienso y que puede marear o resultar molesto a distancia de conversación, demorando bastante tiempo en suavizarse hacia un jabón oriental de inciensos menos agresivo y mostrándose más sociable casi al final de la jornada laboral. En el caso nocturno el aroma consigue algunas ventajas al integrarse de mejor manera en ambientes sucios invernales, apegado a un estilo semiformal cercano a tabaco y a un estilo formal de matrimonios de bajo brillo que se apega a líneas tradicionales y respetuosas, alejándose del segmento adolescente y de momentos informales de más chispa. En lo romántico el aroma presenta una alta densidad que resulta molesta a corta distancia, dando impresiones en general paternales y estrictas que se alejan de intenciones sensuales y conquistadoras. Rango de edad entre 30 y 60 años.