Pierre Cardin Pour Homme by Pierre Cardin

Esta fragancia del año 2007 se agrega a la serie de perfumes fabricados por la casa Coty a partir de Revelation del 2004, aprovechando la adquisición de la licencia de Pierre Cardin a comienzos del 2000 y siguiendo una frecuencia de lanzamientos de al menos 2 perfumes por año y apegándose a un esquema más comercial de pares masculinos y femeninos, diferente al usado durante la década del setenta y ochenta con perfumes independientes creados con varios años de separación entre sí. El empaque del perfume repite el estilo geométrico establecido por Pierre Cardin en sus diseños, con un frasco de tonos azules compuesto de piezas rectas de bordes semicirculares apiladas a modo de torre, con la caja mostrando superposiciones de colores con la misma figura de extremos curvos. En el sitio de Coty y de Pierre Cardin no se encontraron referencias a este perfume, por lo que no se cuenta con un listado de notas oficial.

La fragancia en su partida muestra una línea verde cercana a salvia con amargos de pomelo que comparten una línea más fresca de lavanda y que dan un aspecto de soporte de agua cercano a un enebro poco fragante, con rasgos vagos de madera de arbustos al fondo y puntos cítricos solapados que parecen tener una evolución en ascenso en los primeros minutos. En fase media a 40 minutos la línea de salvia con lavanda tiende a mostrarse más floral, con un paso breve por agua de violetas que se acerca sobre 1 hora de la partida hacia un jazmín clásico de perfumería cercano a fragancias femeninas antiguas rodeado de puntos especiados alineados con la idea de agua establecida al comienzo, con rasgos de cáscara de nuez moscada y canela apagada que se mueven en paralelo con cáscaras de lima verde. Sobre las 3 horas la fragancia incorpora mayor cantidad de madera dentro del grupo especiado, dejando atrás las líneas verdes de salvia y los florales de jazmín en favor de un picor mesurado de nuez moscada y canela con sándalo y cedro, con aires de lavanda neutra que potencian el efecto de agua especiada y pequeños dejos alimonados menos cítricos y que se sienten como aportes de cáscaras de pomelo, sumando a las 4 horas un aire casi vestigial de menta fría. Al llegar a 7 horas las líneas de especies y madera ceden espacio a líneas verdes con flores, con retornos de la salvia que se confunde con el jazmín antiguo y agregan un punto notorio de musk con aires de menta y pomelo que aportan un aspecto frío y ligeramente amargo, quedando a las 10 horas un aroma más cercano a bergamotas con menta que disminuyen la presencia de las flores a un efecto de aire frío cercano a violetas. A 12 horas se siente un retorno de la porción amarga formado en parte por cáscaras de pomelo y seguido por pimienta rosada y nuez moscada que aportan un picor ligero en garganta y una sensación fría de desodorante, con turbios al fondo que recuerdan ámbar y granos de tonka apagados. En fase final al alcanzar las 24 horas se siente un predominio cítrico al nivel de un agua fría de mandarinas o bergamota, sin puntos amargos de pomelo y con una reducción casi completa de las líneas complementarias de madera y especies, recuperando un tono de jazmín con violetas con un ámbar con tonka en principio débil y cercana a musk pero que asciende a los pocos minutos superando en forma oscilante al agua fría.

La fragancia se apega a un estilo clásico masculino no sofisticado que pasa de un grupo verde a uno amaderado especiado central, con rasgos relativamente simples que al menos en un estilo de diario traen recuerdos de un desodorante cotidiano atemporal, de corte informal serio a semiformal relajado de ciudad, con momentos fríos en actividades deportivas ligeras y siguiendo un enfoque personal que no se siente desperdiciado en solitario. En oficina la fragancia mantiene líneas simples pero correctas en un ambiente laboral, por momentos confundiéndose con un desodorante de diario y con un efecto memoria bajo al no tener notas puntuales que destaquen del promedio, cumpliendo con no ser intrusivo y tener momentos pulcros cuando afloran las maderas especiadas. En el campo nocturno la fragancia apunta hacia un segmento informal de ambientes contaminados, de corte simple para situaciones semiformales o más elaboradas y apuntando mejor ante situaciones de baja exigencia como reuniones con amigos, aguantando el dinamismo de una fiesta con baile en climas fríos. En lo romántico el aroma favorece líneas personales al no focalizarse en notas específicamente sensuales o que causen curiosidad. Rango de edad entre 25 y 50 años.