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Flor Manía by Ágatha Ruiz de la Prada

Esta fragancia aparecida en el mercado a comienzos del 2012 corresponde a una edición limitada de Flor del año 2000, al igual que la versión también limitada de Flor Fucsia, siguiendo un estilo más extrovertido y alegre que el original y con más presencia de frutales sobre una base floral. El envase reutiliza la misma forma de frasco de Flor, cambiando el color de la botella de amarillo a un verde vivo y con el tapón usando una tonalidad rosada intensa, con la caja llevando impresas múltiples flores asimétricas y multicolores con la forma del perfil del frasco, sobre un fondo verde que recuerda un jardín. En el sitio de Ágatha Ruiz de la Prada ubicado en Chile destacan que las notas aromáticas del perfume son: maracuyá, nerolí, magnolia, jazmín, madreselva, sándalo, pachulí y musk.

En partida la fragancia presenta notas de estilo sintético comunes con varios de los perfumes de la línea de Ágatha Ruiz de la Prada, con al menos un floral áspero que recuerda a Oh La La! y siguiendo un estilo menos frutal y menos alegre que Gotas de Color, con una presencia más intensa que el Flor original y balanceando el aroma hacia florales más puros sin el punto áspero hacia los 10 minutos, con un paso vago de violetas tipo Love Love Love. La fase media ocurre cerca de los 20 minutos del inicio, con mayor proporción de frutales también sintéticos que bordean los tintes rojos y a la par con una flor fresca juvenil y de gran personalidad, con rasgos mesurados de ácidos no cítricos que recuerdan una variante de una flor de azahar junto con el jazmín de Imagina, afinándose más los aromas a medida que pasa el tiempo hasta llegar a 1 hora del inicio con tonos menos sintéticos de agua frutal de grosellas neutras, con el punto floral de Oh La La! sintiéndose a nivel ambiental y desarrollando el perfume una mezcla mucho más estable de mandarina concentrada y jazmín a 2 horas de la partida, derivando la mandarina hacia un alimonado de nerolí que arrastra impurezas de madera y tallos vegetales a las 3 horas. A las 6 horas se siente un retorno de violetas mezcladas con un frutal tipo grosellas oscuras que no llega a moras, con tendencia a evolucionar a frutos rojos a las 10 horas, balanceando puntos alimonados con loto y con una flor blanca y limpia que está entre un jazmín y flor de azahar, más un residual de madera y bergamotas o mandarinas ocasional que recuerdan partes más apagadas de Gotas de Color, todo solapado con un aire sintético característico de la línea Ágatha Ruiz de la Prada. En fase final a las 24 horas el aroma se siente más limpio y lineal, con un tono de frutal rojo tipo azúcar en agua con un floral blanco que arrastra dejos de violetas con pétalos de jazmín y que se abre a ideas menos sintéticas, con más presencia de musk y oscilaciones de una mandarina o naranja roja mesurada al fondo.

La fragancia destaca por apegarse a un estilo sintético característico de las fragancias de Agatha Ruiz de la Prada posteriores a la época en que fue lanzado Flor, dándole al perfume original un toque más vivo y juvenil con un uso fuerte de diario para épocas primaverales y veraniegas con un ánimo espontaneo y alegre que se proyecta bien a nivel social sin sentirse desperdiciado si se pasa a un estilo cotidiano o se usa en solitario, algo alejado de actividades deportivas intensas y moviéndose en un ámbito informal. En oficina el aroma tiende a entenderse como un perfume de corte juvenil y extrovertido, pudiendo no calzar con la mayoría de las ideas o conceptos laborales y tal vez dando una impresión poco seria al momento de exponer ideas o necesitar concretar un trato que requiera proyectar confianza, también mostrando situaciones intrusivas en espacios cerrados o poco ventilados, sintiéndose más empático a nivel social y con colegas pero apegándose en este caso a una extensión del estilo de diario cotidiano. En el campo nocturno el aroma tiene a favor el contar con una buena estela que se puede aprovechar y explotar con sobreaplicaciones mesuradas, apuntando bien a fiestas informales con un espíritu alegre y relajado, tendiendo a sentirse más simple o fuera de lugar a medida que aumenta el formalismo. Por el lado romántico la fragancia apunta a un ámbito juvenil chispeante y de corte adolescente, resultando grato e incluso intencionalmente poco serio como para llamar la atención a distancia y entablar una conversación. Rango de edad entre 15 y 45 años.