125th Aniversary by Victorinox
Esta fragancia del año 2009 corresponde a una edición limitada diseñada en honor a los 125 años que cumple la marca Victorinox, que nació de manos de Karl Elsener en 1884 originalmente como un taller proveedor de cuchillos para el ejército suizo y que creo en 1897 lo que se conoce actualmente como cortaplumas o navaja suiza después de varios años de investigación. El origen del nombre de la marca comienza en 1909 cuando la empresa se llamó Victoria en honor de la madre del fundador que había fallecido ese año, y se define en 1921 cuando comenzó a innovar en el uso de acero inoxidable ("inox") y cambió definitivamente su nombre a Victorinox. El sitio web de Victorinox Swiss Army señala que el perfume fue creado teniendo en mente un pastel de chocolate para celebrar el aniversario 125, destacando sólo 2 notas principales: cacao y maderas.
La partida por un breve instante muestra una nota tipo bergamota, la cual dentro de 1 minuto toma aspecto de herbales sobre un cuerpo de agua parecido al enebro en primera instancia, que dan una idea de pradera, con aromas tipo pastos secos o florecidos, lejos de la idea de un mediterráneo. En fase media los tonos herbales se acercan a la idea de una menta muy silvestre que bordea una salvia con camomila, con un tono especiado seco cercano a una madera también de campo. Con el tiempo el aroma se refina dejando atrás al enebro y la menta con salvia y acercándose más a la idea de alfalfa o forraje verde, quedándose en esta línea por un tiempo. A unas 2 horas de aplicado todavía domina el aroma tipo alfalfa, con una tendencia a las hojas de mate verde y una base imprecisa con tendencia al enebro. Al oler por bastante tiempo para conseguir saturación de las notas principales se siente una base tipo ámbar dulce con cedro y dejos de vainilla, que podría ser una veta del cacao declarado. A unas 7 horas de aplicado la intensidad del perfume baja quedando más apegado a la piel y sin tanta estela ambiental, rebajando la nota de forraje o mate y destacando unos puntos frescos con camomila y un punto dulce muy al fondo ligado a la vainilla y algo cercana a un bizcocho o un praliné rebajado. Después de oler por mucho tiempo se siente en forma breve, casi vestigial y con algo de imaginación el bizcocho de chocolate, no muy obvio ni dominante pero con rasgos de torta "selva negra" tendiendo a frutos apagados con un dejo a madera y pasando luego a las vetas verdes. En fase final decaen bastante los verdes en favor de un cuerpo clásico mezcla de maderas frescas con puntos especiados suaves y dejos de vainilla sobre un cuerpo que todavía parece enebro.
La fragancia destaca por ser una variante diferente dentro de la familia de los verdes, con un aroma a pasto de praderas que funciona bien como oposición a ambientes tipo ciudad más que a espacios abiertos donde tiende a perderse con los aroma de la naturaleza. Tiene un estilo de diario fresco y frío tipo verano, bastante indiferente a una clasificación estricta de formal o informal tendiendo a la idea de un aroma personal que se adapta a la situación donde se encuentre. En oficina no es un aroma para destacar ni tampoco de nivel social, pero sí se maneja bien como un aroma de relajo, como sello aromático personal limpio y no intrusivo, levemente inclinado a lo semiformal sólo por una imagen algo contradictoria al mezclar un traje, una corbata, un día de verano y un aroma independiente muy personal. En los escenarios nocturno y romántico tiende a perder terreno ya que pesa mucho la idea de un aroma de día, de tonos no intensos, de características individuales y algo desconcertante al oler de cerca por el aroma a forraje. Rango de edad entre 25 y 45 años.