Kouros by Yves Saint Laurent
Esta fragancia del año 1981 siguió una tradición (o coincidencia de la época) similar al Antaeus de Chanel, al ser bautizada con un nombre griego. En este caso, "kouros" corresponde tanto al nombre usado por Homero para señalar a los soldados jóvenes de la Grecia antigua, como también a la palabra utilizada para referirse a un tipo de estatua que representa a un hombre joven fuerte y triunfador, y que por mucho tiempo se confundió con imágenes del dios Apolo. Mientras Antaeus era intenso y terroso, Kouros apuesta por un maderoso especiado fresco, de aspecto más joven para la época.
En notas de cabeza la fragancia tiene un aroma fácil de reconocer, pero difícil de describir... es especiado con tonos maderosos y con presencia de notas aromáticas frescas, da una idea de talco con maderas y algo de cuero. Del frasco solo tengo referencia de la presencia de notas de cilantro, clavo de olor y musgo de roble, pero de ellas solo el musgo de roble se asemeja al aroma de la partida, con una sensación algo terrosa y húmeda. Deja una sensación de jabón, limpio, así que los componentes deben ser relativamente básicos, conocidos y no rebuscados como para asociarse a la idea de un jabón. En notas medias los aromas tienden a tomar personalidades individuales, siendo más fácil de distinguir una capa de ambargris con vetiver y pachulí (estos dos últimos pueden ser los aromas a jabón, mientras el ambargris refuerza la idea de perfume ochentero). Aparecen especias más notorias... se siente el clavo de olor pero mezclado con otra especie que puede ser canela para dar la idea de una madera. Hay notas verdes que se pueden asociar al pachulí, pero también deja la impresión de una flor... en estos casos el geranio es una flor tradicional masculina. El final de la fragancia oscila entre especies con presencia pero suaves, musgo de roble frío y dejos de cuero, más el ambargris con vetiver que le da un tono jabonoso más cercano a los productos para afeitar.
La fragancia tiene un aroma fácil de identificar, y que calza con el estilo de los perfumes de hombre de los años ochenta... sin embargo sus notas, aunque clásicas, no se sienten viejas, son más frescas que sus contemporáneos, e incluso si uno se abstrae de la idea que el aroma es relativamente conocido, pasa por una fragancia actual no compleja de invierno. De estilo diario, se siente formal y clásica elegante en oficina, lo mismo que en un evento nocturno... aunque aquí juega en contra el hecho que el aroma es fácil de identificar y puede ser reconocido por alguien que haya vivido en la década del ochenta. Proyecta una buena imagen masculina, pero en el aspecto romántico puede tener sentimientos encontrados ya que fragancias más modernas abordan este aspecto de una forma diferente... puede ser romántico para alguien con una presencia más madura. Rango de edad entre 30 y 60 años, con un óptimo de madurez sobre los 40 años.