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Flowerbomb Eau de Parfum by Viktor & Rolf

Este perfume fue lanzado alrededor del año 2005 y corresponde al primer perfume de los diseñadores Viktor Horsting y Rolf Snoeren, quienes debutaron en el mundo de la moda en el año 1993 (en rigor no es el primer perfume de la marca, en 1997 hicieron un experimento transgresor de vender 250 copias de una botella de perfume de aroma desconocido, con un tapón que era imposible de abrir). La forma del frasco representa a un diamante facetado con la forma de una granada, apegado a la idea del nombre del perfume y del concepto detrás de la fragancia, donde el aroma debería interpretarse como una explosión de flores. Posterior a esta edición se creo una variante en Eau de Toilette dos años después, con una botella de facetas más pequeñas y líneas más suaves y curvas, con una proporción diferente de dulce y flores. En el sitio web de Viktor & Rolf no declaran en forma específica las notas del perfume, señalando sólo que su estructura consiste en una mezcla explosiva de miles de flores.

La partida tiene notas de praliné y rasgos de pachulí en la misma línea confitada, con fondos florales en principio cubiertos por el dulzor y con un parentesco entre Angel de Mugler y CH de Carolina Herrera sobre una base floral. En fase media el dulce general de pachulí y praliné se abre en notas florales cercanas a las rosas dulces acompañados de una base cercana a la madera ligera y tonos secos ambarados con cercanía a una vainilla, repitiendo algunos aires a un Angel de Mugler pero más fresco y dulce hacia la mandarina. Por momentos el dulzor toma características de crema frutal, cercano a un durazno neutro con vainilla y un poco de madera que parece ser una línea seca y terrosa del pachulí. A la hora de aplicado se siente resina dulce levemente tostada con cercanía a madera ligera, vetas florales ligeras y secundarias con al menos una flor polvosa tipo iris, violeta tenue, rosas suaves o jazmín. A unas 2 horas de aplicado el efecto de praliné baja hacia una vainilla con pachulí con tintes de arbusto y acompañada de flores todavía enlazadas entre sí, despidiendo a nivel ambiental un aroma a rosas intenso, de buena estela y con características elegantes un poco dulces y de corte no tradicional ni maduro. A unas 4 horas de aplicado y por un par de horas más la fragancia se estabiliza en una mezcla de vainilla, resina levemente tostada que recuerda un poco del Elixir des Merveilles de Hermès y tintes florales que quedan en segundo plano casi de base con vestigios de fruta neutra. La fase final sigue dulce destacando, con la nota dominante a cargo de una vainilla acompañada de notas menores de praliné, fondo de rosas, dulces polvosos y un poco de pachulí, mostrando una mezcla de estilo acaramelado que roza el estilo de ámbar y de confitura.

Comparado con la edición Eau de Toilette, Flowerbomb Eau de Parfum se diferencia de su par por notas de praliné gourmand mucho más intensas y con menor proporción de flores que quedan en un plano secundario, moviéndose en el círculo de las vainillas, el azúcar y el praliné con pachulí aromatizado con mandarina. Se siente como una fragancia atemporal, con tintes aromáticos de verano en interiores y notas tibias para climas frescos no extremadamente fríos, con un comportamiento que por personalidad podría ser usado en un estilo de diario, pero que tiende a ser absorbido por el estilo de oficina al dejar la impresión que se pierde como perfume cotidiano en solitario. En oficina se siente llamativo, como centro de atención con un desplante elegante y con una buena estela aromática que es grata y no densa, evitando caer en el rango de los intrusivo, destacando el tono seco del pachulí con la mandarina para dar un tipo de chiprés ligero que da autoridad y saca del promedio. El escenario de noche se siente como un paso natural desde el uso de oficina, también con personalidad llamativa donde los tonos dulces y la vainilla son los protagonistas en un ámbito que va de lo semiformal a lo formal de gala, sintiéndose algo extraño y sobrecargado para un uso informal de fiestas. Por el lado romántico a pesar de mostrar un conjunto reducido de notas principales, el grupo dulce consigue despertar curiosidad, con la mandarina aportando la nota empática atractiva. Rango de edad entre 25 y 50 años.