Nina Rouge by Nina Ricci

Esta fragancia del año 2019 se agrega a la línea de ediciones casi anuales preparadas por la casa Nina Ricci a partir de Nina del 2006 y que incluye propuestas como Les Delices de Nina, La Tentation de Nina, L'Eau, Fantasy y L'Elixir, con Rouge planteando una variante más sensual y deliciosa que mantiene el concepto de una manzana confitada de la infancia pero recordando también a este fruto como un elemento de tentación. El envase se basa en el diseño de botella con forma de manzana usado por Nina y por la mayoría de sus variantes pero agregando una sección faltante a modo de un mordisco como en el caso de La Tentation de Nina, bañando todo el frasco con un color rojo brillante con excepción de la zona de la mordida que aparece en blanco. En el sitio de Nina Ricci describen al perfume con estas notas: frambuesa, cidro, flor de jengibre, gardenias, vainilla y caramelo.

En partida la fragancia comienza con tonos de fruta roja que siguen un acabado de chicle junto con un hilo de picor indefinido a los cuales se suma a los 5 minutos una impresión breve de guayaba que baja luego a un cremoso de flores, ocurriendo a los 10 minutos mezclas dulces compactas donde destaca la presencia de azúcar y almendras con tintes secundarios de madera y jengibre suave que se aprecian a partir de los 15 minutos, apareciendo a los 20 minutos variaciones en torno a una piña que avanza hacia bases más verdes que tienen un punto controlado de jengibre. En fase media a los 30 minutos el perfume se centra en una mezcla de jugo frutal con matices de jazmín en un estilo joven que recuerda parcialmente a Love Love Love de Ágatha Ruiz de la Prada y que pronto se desvía a neutros de ciruela manteniendo una sensación amaderada de jengibre con un fondo floral clásico, destacando a 1 hora un retorno del acabado de chicle frutal en una granadina suave con grosellas rojas que están distantes de la acidez de una frambuesa y son compensadas por un cruce suave de naranja con fondos florales neutros. A las 2 horas la fragancia se vuelve más densa focalizándose en una frambuesa de apariencia seca y confitada de acidez mesurada que incluye puntos cremosos de gardenias al durazno en el fondo y con persistencia de un jengibre que disminuye en presencia fundiéndose en una línea de azúcar y caramelo con un rasgo navideño apagado, agregando a las 3 horas matices oscuros de la frambuesa que pasan por rosas y que se aligeran con una línea de vainilla cremosa al limón y gardenia, llegando a las 4 horas a una expresión floral de violetas a la frambuesa con aires de naranja sobre fondos verdes de jardín en evolución que se comportan como lirios del valle suaves con una oscilación entre jengibre y un ajenjo tosco. Al pasar de las 6 horas la fragancia presenta una diferencia en la forma que expresa la línea de frutas rojas que se siente asociada a un agua de rosas oscura con escapes a peonías y caramelo para representar los tonos de azúcar, surgiendo una línea paralela de duraznos con un ácido de piña, teniendo un acercamiento rápido las 9 horas hacia el lado floral al ocurrir una caída de los grupos frutales y del complemento de azúcar favoreciendo características de polen a la mimosa e ylang-ylang con acabados combinados de jabón en jazmín y lirios del valle, comenzando a asumir a las 12 horas una línea de frambuesas concentradas a la granada con un fondo limpio de jazmín. En fase final a las 24 horas la fragancia muestra una variante acaramelada de una nota de vainilla que se acerca a rasgos de granos de tonka conteniendo puntos dulces de fruta jugosa donde persiste la frambuesa pero en un formato seco y compacto, distinguiéndose sensaciones de pulpa de peras y manzana con un residual de limón mezclados con un tono general de polen.

El perfume tiene una partida de tendencia juvenil que se aparta de la inocencia de las notas de la primera versión de Nina y que tiene más grados de similitud con la serie Les Monstres de Nina en el uso de notas de caramelo y grosellas rojas, suavizando su presencia con el paso de las horas acercándose a fondos verdes que a nivel de diario encajan con usos en exteriores en primavera y verano, con algunos puntos muy acaramelados frenando un uso deportivo fresco. En oficina la fragancia tiende a un estilo más bien cotidiano de corte alegre sin muchos rasgos profesionales serios y con una inclinación a un segmento más informal que semiformal, teniendo un efecto memoria mediano que recuerda el enfoque frutal de Ágatha Ruiz de la Prada. En el caso nocturno el perfume admite sobreaplicaciones para mostrarse de manera untuosa con un aroma que supera la contaminación ambiental en eventos informales juveniles, teniendo algunos rasgos relajados potentes que producen una imagen joven algo azucarada en el nivel semiformal sin alcanzar a llegar al lado formal. En lo romántico el aroma tiene algunos momentos ásperos que restringen el brillo de las secciones de fruta y caramelo a mayor edad, teniendo una mejor facilidad de uso social a baja edad con una exigencia menor donde las frutas densas resultan llamativas en conversaciones o salidas en pareja. Rango de edad entre 15 y 60 años.