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Modern Muse Nuit by Estée Lauder

Esta fragancia del 2016 se agrega como una nueva versión dentro de la colección Modern Muse iniciada en el 2013 y que contaba con las ediciones Chic, Le Rouge, Eau de Rouge y Le Rouge Gloss, con Nuit presentando un aroma que recuerda el misterio de la noche siguiendo líneas aromáticas más profundas y sensuales. El envase conserva la forma de botella creada para Modern Muse y que ha sido usada por las ediciones posteriores, consistente en un frasco rectangular de costados curvados rematado por un tapón horizontal que contiene al spray, diferenciándose de sus antecesores por el uso de un vidrio coloreado con un gradiente de tono azul gris que se vuelve transparente en la base. En los sitios internacionales de Estée Lauder describen a este perfume con las siguientes notas principales: ron, jazmín, sándalo, musk y ámbar.

En partida la fragancia tiene un inicio dulce y cremoso al mango con evolución a miel y planteamientos a los 5 minutos de polen con resina e incienso al olíbano, desarrollando a los 10 minutos una nota dominante de incienso ahumado que incluye a los 15 minutos una impresión oscura y masculina en madera y ámbar con un picor discreto de pimienta rosada y tibios licorosos de ládano, dejando a los 20 minutos una sensación de cuero y ámbar tostado con una traza menor de licor. En fase media a los 30 minutos el perfume sigue sobre una línea de madera al cuero con efectos polvosos de flores cruzado con una nota de licor asociada a resinas dulces con un tinte extra de durazno, llegando a 1 hora a un acabado floral metálico de iris con tallos amaderados donde escapa una línea dulce de resina fresca al incienso, ámbar y ládano. Al alcanzar las 2 horas el perfume reduce el aporte de resinas manteniéndose sobre un desarrollo de flores oscuras al iris con indicios de jazmín y puntos dulces de ámbar con un dejo de granos de tonka, continuando a las 3 horas con una línea tibia dulce más amielada y con menos incienso que agrega un punto de quinina amarga a la naranja como en Laguna Homme de Salvador Dalí, surgiendo a las 4 horas un acabado de vainilla tostada con tabaco masculino compensado con un caramelo de pachulí confitado. Sobre las 6 horas la fragancia tiene un acercamiento a iris manteniendo tonos centrales de caramelo, vainilla y ámbar tostado más la proyección de quinina amarga que se siente como un complemento ambiental, dando un paso a las 9 horas por un pachulí frutal que está unido a una frambuesa ácida muy suave que se desplaza por una vainilla quemada de postres como en un crème brûlée y remata en un grano de tonka, manteniendo a las 12 horas los conceptos de vainilla frutal de un grano de tonka pero en un formato más suave y polvoso con amielados adicionales de ládano con un efecto tostado de madera y vestigios de flores neutras. En fase final a las 24 horas el perfume pierde algunas características untuosas de tonka y resina en favor de una nota de ámbar y vainilla más seca y próxima a madera y musgo, manteniendo aportes de caramelo tostado con residuales de flores al iris.

La fragancia retiene algunas características planteadas por sus predecesores en la serie Modern Muse, teniendo cercanía con la edición Chic en el uso de tonos de resina con vainilla y dando una presencia vaga de duraznos a la tuberosa del primer Modern Muse, a nivel de diario teniendo un desplante fresco que no se siente restringido sólo a un uso de noche y que en primera instancia apunta a climas fríos de otoño e invierno pero que se relaja a ocasiones primaverales y veraniegas bajo techo que evitan una estadía a pleno sol, sin tener una funcionalidad deportiva. En oficina el aroma se siente atractivo y profesional moviéndose en una línea informal y semiformal de personalidad atrevida y empática a la vez, teniendo un efecto memoria sobre el promedio al agregar una veta de quinina amarga que lo saca del estilo de caramelo dulce de CH de Carolina Herrera. En el escenario nocturno el perfume admite mayores aplicaciones encajando tanto con un público joven informal como con un segmento semiformal de edad amplia de reuniones sociales y cenas que se acercan al invierno al usar mayores cantidades del producto, pudiendo ser una opción dulce y oscura en situaciones formales no complejas. A nivel romántico las notas dulces se sienten untuosas y atractivas con capacidad de crear curiosidad y un grado de adicción mesurado en salidas con pareja conocida. Rango de edad entre 20 y 60 años.