Ekos Flor do Luar by Natura
Esta fragancia del 2016 es la primera dentro de la línea Ekos de Natura en asumir un perfil más complejo y sofisticado con respecto a los lanzamientos anteriores consistentes en una esencia central originaria de Brasil, con Flor do Luar usando una mayor cantidad de notas para lograr un aroma de apariencia compleja y untuosa que imagina un paseo por el Amazonas que es visto como un jardín gigante con sus sonidos de selva sintiéndose como una canción envolvente, surgiendo una flor mágica que se abre de manera mágica cuando la luz de la luna ilumina las aguas del río, teniendo una apariencia misteriosa y delicada a la vez. El envase consiste en una botella cilíndrica alargada de vidrio transparente cuyo extremo superior se reduce dejando una base curvada más ancha, con el líquido teniendo un color ámbar ligero. Combinando la información de los sitios de Natura de Brasil y de los catálogos de la marca, las notas declaradas para esta fragancia son: mandarina, notas verdes, limón, gardenia, jazmín, orquídea, priprioca (un tipo de junco pariente del papiro con un aceite aromático especiado y floral de propiedades fungicidas), pataqueira (una hierba usada en baños aromáticos), copaiba (un árbol del cual se extrae una resina aromática), musk, sándalo y cedro.
En partida el perfume tiene un inicio atalcado en flores oscuras al iris, recordando un estilo parecido al de Organza de Givenchy pero con aires extras de vainilla, incluyendo a los 5 minutos aportes de resina y madera con fondos verdes de tallos que producen a los 10 minutos impresiones de rosas oscuras con vainilla untuosa y especiado de tallos, ocurriendo a los 15 minutos variaciones de la nota de rosa a fruta roja y sumando a 20 minutos una sensación de almendras donde la vainilla pasa a frutos más complejos sin llegar a un efecto de granos de tonka, dando la idea de una mezcla de frutas amazónicas con flores existentes en Organza. En fase media a los 30 minutos la fragancia posee un picor de canela montado sobre tonos grasos dulces de vainilla con aires de rosas e iris, aumentando con el tiempo su proyección ambiental a niveles mucho más densos que producen impresiones de perfumes untuosos previos a la década de los años 70 basados en flor de espino con resina, agregando una nota de naranja a corta distancia. A las 2 horas la fragancia cambia el tono de vainilla por aproximaciones florales amaderadas equivalentes a una orquídea densa con picores especiados de la familia del clavo de olor y la nuez moscada dejando una impresión al jengibre que recuerda una repostería navideña, reapareciendo algunas secciones grasas de rosas oscuras con un punto verde solapado de apariencia más opaca que una lima, tomando a las 3 horas tonos de licor de almendras con resina e inserciones florales densas que tienden a jazmín con olíbano y benjuí inciensado a la canela y pimienta rosada, reforzando a las 4 horas un tono graso parecido al aroma de la crema de manos de castaña de la misma marca Natura. Al superar las 6 horas el perfume toma una apariencia cálida y untuosa produciendo similitudes con notas diversas como caramelo, dulce de membrillo, vainilla de bronceador, madera e ylang-ylang, afinando una base más estable en jazmines polvosos de corte muy clásico con resina inciensada, apareciendo a las 9 horas una sección particular de menta con rasgos de bosque que insinúa la presencia de pachulí, cedro y flores de azahar sobre un frutal licoroso como en un grano de tonka con ámbar, tomando a las 12 horas un acabado más atalcado que mezcla madera de tallos de rosas con resinas al benjuí, canela y un verde de pachulí con un floral denso y clásico tipo narcisos. En fase final a las 24 horas el perfume baja en intensidad manteniendo un tono dulce de resina y vainilla con madera que da la idea de una derivada concentrada de un bronceador clásico, acercándose a un estilo de perfumería más inglesa en flores de jardín densas de jazmines con narcisos sobre un vestigio de bosques de pachulí.
La fragancia tiene un estilo particularmente oscuro y denso al comparar con el resto de los productos de la línea Natura, acercándose en apariencia a los aromas grasos de castaña y avellanas usados en la misma marca, recurriendo a notas amazónicas que tienen similitud con brillos de vainilla y narcisos sobre madera aromática a la resina e incienso, por densidad mostrando a nivel de diario una preferencia por climas fríos invernales con un opción atemporal elegante hacia el final del día pero sin seguir una línea deportiva. En oficina el perfume sigue una línea clásica que recuerda aromas de jardines complejos o ramos de flores elegantes sobre una base de resina aromática que tiene puntos dulces de vainilla y aportes especiados donde domina un fondo de madera, mostrando una preferencia por el segmento semiformal de vestuario elaborado y alta personalidad que tiene un efecto memoria bueno debido a lo diferente que se siente la fragancia con respecto a la mayoría de las propuestas comerciales actuales. En el escenario nocturno el aroma alcanza su máximo potencial apuntando a un segmento elegante de edad superior al adolescente dentro del rango semiformal de cenas abriéndose en este caso a climas de primavera y verano, teniendo un punto silvestre inserto que frena su desplante en el nivel formal. En el caso romántico el perfume posee varios puntos untuosos casi licorosos capaces de atraer, crear curiosidad y embriagar asociándose a la imagen de una mujer atrevida y conquistadora, pero con este efecto funcionando con naturalidad sobre la distancia de conversación ya que en algunos casos puede ahogar o molestar a ras de piel si se abusa de la cantidad aplicada. Rango de edad entre 25 y 60 años.
En partida el perfume tiene un inicio atalcado en flores oscuras al iris, recordando un estilo parecido al de Organza de Givenchy pero con aires extras de vainilla, incluyendo a los 5 minutos aportes de resina y madera con fondos verdes de tallos que producen a los 10 minutos impresiones de rosas oscuras con vainilla untuosa y especiado de tallos, ocurriendo a los 15 minutos variaciones de la nota de rosa a fruta roja y sumando a 20 minutos una sensación de almendras donde la vainilla pasa a frutos más complejos sin llegar a un efecto de granos de tonka, dando la idea de una mezcla de frutas amazónicas con flores existentes en Organza. En fase media a los 30 minutos la fragancia posee un picor de canela montado sobre tonos grasos dulces de vainilla con aires de rosas e iris, aumentando con el tiempo su proyección ambiental a niveles mucho más densos que producen impresiones de perfumes untuosos previos a la década de los años 70 basados en flor de espino con resina, agregando una nota de naranja a corta distancia. A las 2 horas la fragancia cambia el tono de vainilla por aproximaciones florales amaderadas equivalentes a una orquídea densa con picores especiados de la familia del clavo de olor y la nuez moscada dejando una impresión al jengibre que recuerda una repostería navideña, reapareciendo algunas secciones grasas de rosas oscuras con un punto verde solapado de apariencia más opaca que una lima, tomando a las 3 horas tonos de licor de almendras con resina e inserciones florales densas que tienden a jazmín con olíbano y benjuí inciensado a la canela y pimienta rosada, reforzando a las 4 horas un tono graso parecido al aroma de la crema de manos de castaña de la misma marca Natura. Al superar las 6 horas el perfume toma una apariencia cálida y untuosa produciendo similitudes con notas diversas como caramelo, dulce de membrillo, vainilla de bronceador, madera e ylang-ylang, afinando una base más estable en jazmines polvosos de corte muy clásico con resina inciensada, apareciendo a las 9 horas una sección particular de menta con rasgos de bosque que insinúa la presencia de pachulí, cedro y flores de azahar sobre un frutal licoroso como en un grano de tonka con ámbar, tomando a las 12 horas un acabado más atalcado que mezcla madera de tallos de rosas con resinas al benjuí, canela y un verde de pachulí con un floral denso y clásico tipo narcisos. En fase final a las 24 horas el perfume baja en intensidad manteniendo un tono dulce de resina y vainilla con madera que da la idea de una derivada concentrada de un bronceador clásico, acercándose a un estilo de perfumería más inglesa en flores de jardín densas de jazmines con narcisos sobre un vestigio de bosques de pachulí.
La fragancia tiene un estilo particularmente oscuro y denso al comparar con el resto de los productos de la línea Natura, acercándose en apariencia a los aromas grasos de castaña y avellanas usados en la misma marca, recurriendo a notas amazónicas que tienen similitud con brillos de vainilla y narcisos sobre madera aromática a la resina e incienso, por densidad mostrando a nivel de diario una preferencia por climas fríos invernales con un opción atemporal elegante hacia el final del día pero sin seguir una línea deportiva. En oficina el perfume sigue una línea clásica que recuerda aromas de jardines complejos o ramos de flores elegantes sobre una base de resina aromática que tiene puntos dulces de vainilla y aportes especiados donde domina un fondo de madera, mostrando una preferencia por el segmento semiformal de vestuario elaborado y alta personalidad que tiene un efecto memoria bueno debido a lo diferente que se siente la fragancia con respecto a la mayoría de las propuestas comerciales actuales. En el escenario nocturno el aroma alcanza su máximo potencial apuntando a un segmento elegante de edad superior al adolescente dentro del rango semiformal de cenas abriéndose en este caso a climas de primavera y verano, teniendo un punto silvestre inserto que frena su desplante en el nivel formal. En el caso romántico el perfume posee varios puntos untuosos casi licorosos capaces de atraer, crear curiosidad y embriagar asociándose a la imagen de una mujer atrevida y conquistadora, pero con este efecto funcionando con naturalidad sobre la distancia de conversación ya que en algunos casos puede ahogar o molestar a ras de piel si se abusa de la cantidad aplicada. Rango de edad entre 25 y 60 años.