Expression by Ésika

Esta fragancia perteneciente a la marca latinoamericana Ésika, que tiene un año de lanzamiento estimado entre 1999 y 2012, plantea un nombre que invita a la mujer que lo usa a expresarse de manera auténtica mostrando su esencia interna y permitiendo que los momentos de complicidad que vive sean inolvidables. El envase considera una botella de vidrio transparente alargada y rectangular con una sección inferior un poco más ancha que remata en una base gruesa, decorada con un tapón también transparente que tiene un costado curvo, destacando en su interior un líquido de color amarillo intenso. En los sitios de Ésika señalan el uso de las siguientes notas: flor de azahar, mimosas, jazmín, vainilla, pachulí y musk.

En partida del perfume entrega una primera impresión en torno a tuberosas ligeras que evolucionan rápido a un tono clásico de ylang-ylang con vainilla y destacando a los 5 minutos un tono de madera en torno a almendras con presencia de acetona de rosas, focalizándose a los 10 minutos en un jazmín de apariencia natural con un cuerpo más polvoso y mezclado con un brillo de vainilla que deja una impresión controlada de bronceador que sigue asociada a un ylang-ylang, agregando los 15 minutos aportes mesurados de iris que dan al perfume una apariencia cremosa pero que tienden a los 20 minutos a un cuerpo atalcado donde vuelve a surgir la idea de tuberosas con jazmines sobre una base de vainilla e ylang-ylang. En fase media a los 30 minutos el perfume se mueve sobre una línea clásica en jazmín e ylang-ylang que recuerda el estilo de Amarige de Givenchy con tintes de Red Door de Elizabeth Arden pero bajando la potencia de la nota de vainilla y acercándola a madera, agregando a esta combinación a 1 hora un punto cremoso más plástico que cambia la tuberosa a flor de azahar. A las 2 horas la fragancia se siente más fresca y un poco más verde dando la idea de un agua de colonia no cítrica basada en flores donde destaca un jazmín más polvoso con musk y secciones al polen que absorben las tuberosas y el ylang-ylang, bajando el aporte de flor de azahar y cambiando la vainilla a una madera al incienso, tomando a las 3 horas una apariencia más polvosa que recuerda un talco perfumado basado en jazmín con iris y que lentamente vuelve a un tibio mesurado de tuberosas y polen de jazmín con una menor potencia del ylang-ylang, mostrando el aroma a las 4 horas una simplificación que retiene las características de una tuberosa pero que las lleva al nivel de una gardenia con polen de ylang-ylang. Sobre las 6 horas la fragancia recupera secciones dulces de vainilla que se mezclan con polen de jazmín proyectando un tono que reemplaza a la tuberosa y se sostiene sobre una gardenia al jabón con aportes de ámbar con madera fresca al sándalo, elevando a las 9 horas variantes en torno a un centro de jazmín que contiene puntos de musk que reemplazan al ylang-ylang con tuberosas y agregan matices atalcados más marcados en iris con gardenias sobre vainilla seca y alimonados de fresias, presentando a las 12 horas un cuerpo más cremoso en torno a musk con flores más compactas al polen donde de distingue solo un jazmín atalcado. En fase final a las 24 horas el perfume se siente más suave y delicado destacando una nota central de jazmín que tiene un comportamiento atalcado que incluye aportes secundarios de iris con residuos de ylang-ylang cercanos a una almendra de mimosa, mostrando en el fondo comportamientos jabonosos también provenientes del jazmín pero que giran principalmente en torno a una gardenia mezclada con ámbar y madera inciensada.

La fragancia propone un estilo clásico que se relaja con el tiempo manteniendo un centro tibio de jazmín con ylang-ylang que producen un eco controlado de tuberosas, teniendo un estilo clásico que recuerda a la perfumería de los años noventa y que a nivel de diario se siente como un atemporal fresco de climas fríos bajo techo y exteriores en primavera evitando los días demasiado calurosos o a pleno sol, teniendo una presencia floral densa que no aporta funcionalidad en actividades deportivas. En oficina el perfume cumple con mantener una imagen pulcra y profesional durante el día, cubriendo el segmento informal y semiformal a diferentes edades de acuerdo al vestuario y consiguiendo un efecto memoria que está sobre lo mediano al usar un puñado de notas de manera estable que son fáciles de reconocer y retener a distancia de conversación. En el caso nocturno el aroma tiende a alejarse del dinamismo que busca el público adolescente, apuntando a situaciones más calmadas dentro de lo semiformal como cenas y eventos sociales, teniendo un matiz de jardín que resta complejidad al perfume sin alcanzar a llegar al nivel formal. En lo romántico las secciones dulces de las notas florales se sienten atractivas y no molestas a corta distancia, teniendo un momento alto y más chispeante cuando son más notorias las notas alimonadas que favorecen una conversación con desconocidos, volviendo a calmarse después de ese punto y regresando al nivel de salidas con pareja conocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.