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Gentleman by Givenchy

Esta fragancia lanzada al mercado en el 2017 se inspira en el clásico Givenchy Gentleman de 1974 de quien toma su nombre, reinventando el concepto de caballero al siglo XXI manteniendo la elegancia de un hombre gentil pero agregando características más seductoras, hedonistas, audaces y espontáneas sin apegarse a clichés. El envase se apega al diseño de botella estándar de la línea masculina de Givenchy y que también es usada por Givenchy Gentleman de 1974, pero agregando una base más gruesa como la de Gentlemen Only, todo en vidrio transparente con tapón negro y una banda central negra donde está el nombre del perfume. En el sitio de Givenchy Beauty señalan en la descripción del producto las siguientes notas: peras, cardamomo, lavanda, iris, cuero, pachulí y vainilla.

En partida la fragancia tiene un inicio clásico en alimonados aldehídicos sobre cuero que evolucionan hacia un iris dominante que se acerca mucho al aroma de Dior Homme, sumando a 5 minutos indicios de peras que se sostienen sobre la capa de iris y agregando en la base una línea verde de menta que potencia al cuero, distinguiéndose a los 10 minutos puntos dulces paralelos de bergamota y jengibre amaderado que se afinan a los 15 minutos en jengibre al sándalo con más naranja y moviéndose a los 20 minutos hacia un cuero con musgo que sigue un estilo de perfumería anterior a los años noventa, con residuos verdes y aldehídicos en la base. En fase media a los 30 minutos la nota de cuero se siente más limpia con un punto alimonado que recuerda una variante seca de Trussardi Inside for Men, destacando además verdes de pachulí mezclados con iris, volviéndose más dulce el aroma a 1 hora de aplicado tendiendo a ládano con cuero y puntos frutales neutros al agua. A las 2 horas la fragancia se siente más tibia cambiando la nota de cuero por variantes de ámbar y licor de vainilla con un dejo amargo que va entre salvia y algas como efecto secundario que se desprende de la evolución del iris a talco herbal de lavanda, simplificándose el aroma a las 3 horas con una pérdida de la nota de iris y caída de la veta de cuero sosteniéndose en ámbar con amargos de salvia al pomelo con desarrollos de vainilla y tonka, dando a las 4 horas una combinación de tonos marinos de alga y ámbar gris al grano de tonka con una lavanda sucia intercalada que es la que retiene en segundo plano una sensación clásica. A las 6 horas la fragancia equilibra las notas de ámbar tibio con lavanda favoreciendo una presencia de vainilla turbia que aparece mezclada con vestigios marinos al ámbar gris con pachulí, incluyendo una madera que reemplaza la presencia de cuero, sosteniéndose a las 9 horas sobre una capa de vainilla más ligera que se encamina hacia lavanda con inclusiones de pachulí verde donde se siente un vestigio de limón, enfocándose a las 12 horas en ámbar licoroso con dejos de fruta madura en torno a bergamota. En fase final a las 24 horas la fragancia regresa a una veta seca de cuero que está mezclada con un ámbar que tiene un tinte de licor con el que guarda relación con un grano de tonka, sintiéndose en la base aportes residuales de grafito al cedro con ládano y un residual de lavanda hacia el lado verde que ocasionalmente produce un frescor de calone.

La fragancia sigue un estilo diferente al de la versión de 1974, agregando una capa de tibios de tonka como concepto moderno con el que se asemeja a otros lanzamientos comerciales contemporáneos, teniendo suficiente frescura para ser usado a nivel de diario como un perfume atemporal que soporta la realización de actividades deportivas ligeras. En oficina el aroma se muestra correcta pero con tonos tibios licorosos que recuerdan perfumes más juveniles, cubriendo el segmento informal y semiformal pero con un efecto memoria que ronda lo mediano por la falta de notas diferentes que lo distingan del promedio. En el caso nocturno el aroma muestra un repunte en estilo, mostrándose más flexible y apuntando a un segmento joven de fiestas y salidas con amigos favoreciendo una imagen pulcra, pasando luego a situaciones semiformales nuevamente con una imagen correcta sin gran esfuerzo, faltándole potencia para destacar en el extremo formal. A nivel romántico el perfume muestra un propósito en parte clásico y en parte serio que no pretende establecer un ambiente acogedor o de conquista, entendiéndose como una fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 20 y 60 años.