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Encre Noire à l'Extrême by Lalique

Este perfume lanzado al mercado en el 2016 se agrega a la colección de perfumes de la marca francesa Lalique como la segunda variante masculina de Encre Noire del 2006 al seguir a Encre Noire Sport del 2013, con Encre Noire à l'Extrême usando las notas básicas de sus predecesores pero a niveles más potentes y voluptuosos, siguiendo una línea elegante y sofisticada que se propone como el punto medio entre la luz y las sombras. El envase mantiene la forma de botella cúbica usada por las 2 ediciones anteriores de Encre Noire, conservando el tapón cúbico con textura de madera pero marcando una diferencia en el cuerpo del frasco que tiene una banda gris opaca en la mitad inferior y vidrio transparente en la parte superior que deja a la vista un líquido de color ámbar. En el sitio de Lalique destacan el uso de las siguientes notas para el perfume: resina de elemí, bergamota, ciprés, vetiver, incienso, iris, benjuí, sándalo y pachulí.

En partida el perfume se mueve sobre una línea similar al de sus predecesores en un vetiver alimonado que produce vetas acuáticas como en Guerlain Homme con un agregado de aquilaria que se siente fragante y no denso, sumando a los 5 minutos una variación de la aquilaria que pasa a tonos de hule y humedad de tierra con cuero, continuando con una evolución más oscura y profunda que apunta a los 10 minutos a un incienso ahumado que se ubica a la par en intensidad y presencia con el vetiver y teniendo secciones parecidas a las de The Voice of Reason de Lush, volviendo el perfume a los 15 minutos a una aquilaria amaderada que incluye a los 20 minutos una nota de ládano dulce y fresco. En fase media a los 30 minutos la fragancia tiene un momento alto en vetiver con un cuero más fresco levemente verde y con un mayor aporte de madera donde los tonos de incienso y resina se concentran en un cuero fragante, volviendo a 1 hora la nota de aquilaria con un adicional picante de nuez moscada. A las 2 horas el perfume tiene momentos de cercanía con Zizan y Ormonde Man de la marca Ormonde Jayne en el manejo de vetiver con resina inciensada licorosa con características de aquilaria, aumentando la presencia de madera que sigue una línea de cedro y que agrega matices más orientales y secos de sándalo, entibiándose a las 3 horas la nota de vetiver que pierde los rasgos acuáticos y refuerza los conceptos de madera y resina con un tinte verde adicional al cuero, variando a las 4 horas parte del vetiver a picores de clavo de olor que aligeran la característica licorosa de las resinas apuntándolas a ládano y olíbano. A las 6 horas la fragancia apunta a un vetiver con secundarios de canela y cuero que se sostienen sobre una resina al benjuí con restos de aquilaria que se aleja del dulce del ládano, suavizándose el aroma a las 9 horas y volviendo a destacar como nota central al vetiver sobre una base de madera centrada en cedro con cuero donde el resto de las notas secundarias aparece como vestigios en el fondo, con la fragancia apartándose a las 12 horas de la nota de vetiver que toma una apariencia de agua jabonosa y acercándose a madera seca con musgo y vetas verdes sobre una base tibia de incienso y resinas con aportes especiados en pimienta y nuez moscada. En fase final a las 24 horas el perfume combina características de madera fresca con un vetiver fragante y no denso que produce vetas alimonadas que rondan la idea de un floral con pomelo, compactando en la base los aportes de incienso y resina que son absorbidos por especiados a la nuez moscada y al musgo siguiendo una estructura que recuerda su predecesor Encre Noire Sport.

La fragancia ofrece una mezcla particular de Encre Noire en su versión original, tomando el centro de vetiver que también fue referenciado por Encre Noire Sport y simplificando varias capas aromáticas en favor de un tono de madera e incienso que en ocasiones alcanza niveles untuosos, teniendo en el escenario de diario momentos frescos al vetiver que se sienten gratos en exteriores en verano y primavera, moviéndose con soltura en épocas frías como un perfume atemporal sin agregar un aporte refrescante en actividades deportivas. En oficina el aroma se apega a un estilo elegante y profesional que consigue un mejor desplante con un vestuario semiformal a formal y en situaciones más exigentes como reuniones y exposiciones, con el hilo de vetiver aportando un frescor que relaja el aroma y permite un uso informal todavía pulcro, logrando un efecto memoria bueno con mezclas de maderas y resinas estables en el tiempo donde el vetiver aparece como una veta complementaria picante no antigua. En el caso nocturno el perfume posee una sección licorosa que abre la elegancia natural de las resinas a un público joven, tal vez no en el segmento adolescente informal pero conservando un enfoque de fiestas dentro de lo pulcro y semiformal, manteniendo una línea relajada y correcta en eventos sociales y cenas a mayor edad por encima de lo juvenil, llegando a situaciones formales como galas y matrimonios en verano o invierno. En lo romántico la veta de vetiver se vuelve complementaria creando un ambiente de relajo, con las resinas licorosas aportando una profundidad más sensual y conquistadora de presencia elegante, tanto en gente desconocida como en compañía de una pareja conocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.