Passport South Beach by Paris Hilton

Esta fragancia de finales del 2010 forma parte de un trío inicial de productos llamados Passport que imaginan una visita a un lugar del mundo siguiendo un estilo de vida sofisticado tipo jet-set inspirado en la empresaria dueña de la marca Paris Hilton, con cada fragancia llevando el nombre de una ciudad como Tokyo y París en el lanzamiento inicial y St. Moritz en la versión del 2011, para el caso de South Beach imaginando el aire cálido de las playas de Florida que se encuentran en constante época veraniega. El envase sigue una forma de frasco común dentro de la colección, con una botella cilíndrica transparente y tapón de color que lleva una caricatura de influencia japonesa de una niña rubia similar a Paris Hilton, con esta edición llevando un tapón celeste y la imagen de una chica en bikini con una palmera al fondo. En el sitio de Paris Hilton destacan las siguientes notas aromáticas: nectarines, loto, fresias, osmantus, clavel de Indias (del inglés "marigold"), jazmín y sándalo.

En partida la fragancia presenta un acabado dominado por duraznos frescos y ligeros complementados por musk y un tono de base que ronda un acaramelado en formato seco que evoluciona a los 5 minutos hacia almendras y praliné, sumando a 10 minutos aportes florales de jazmín y violetas en formato polvoso que poseen aires no concretos de loto e iris, volviendo a centrarse el aroma a los 15 minutos en duraznos más maduros que se aproximan a ámbar que se sostienen hasta los 20 minutos con un punto extra de frutales rojos solapados. En fase media a los 30 minutos el perfume vuelve a los tonos de caramelo fresco en una tonalidad grata y con aires inocentes e infantiles no recargados que se combinan con almendras tostadas que gradualmente descienden hacia madera suave, elevando porciones florales que van alineadas con el punto inicial de duraznos y que abarcan orquídeas de perfumería, resaltando tonos de polen con un frutal que va entre peras y manzanas, dejando ver a 1 hora una combinación frutal y floral que se acerca a un osmantus. A las 2 horas la fragancia se mantiene en tonos florales clásicos que combinan un osmantus con rasgos de durazno más un tinte de limón que se acerca a notas de té verde, con oscilaciones de crema de gardenias que incluye dejos de rosas blancas y fresias dentro de una misma temática al limón floral, compactándose el aroma a las 3 horas en un osmantus más lineal y cremoso que contiene características de ámbar con tallos amaderados y base alimonada verde que tiende a un perfil de gardenia, sumando a las 4 horas un brillo de mandarinas con aproximaciones a vainilla que dan la idea de brisa de playa por una mezcla de flores tropicales con bronceador a nivel ambiental. A las 6 horas el perfume cambia la orientación del osmantus en frutales rojos con tonos de durazno a la crema y efectos de polen cercanos a mimosa que pasan a miel y luego a mango denso, colocando al fondo una capa verde cercana a limón en formato de talco, siguiendo a 9 horas con una línea de osmantus más fresca que se cruza con otras notas que la desvían a un segundo plano en favor de mango y alimonado de lirios del valle, cambiando a 12 horas el aroma hacia gardenias tibias menos cremosas y menos frutales que contienen referencias ásperas a vainilla y ámbar sobre madera. En fase final a 24 horas de aplicado la fragancia considera mezclas cálidas en vainilla, gardenias cremosas, mango y florales amielados con polen de acabado licoroso, sumando un nuevo fondo de higo terroso que sustenta la idea de aromas de playa.

La fragancia propone una aproximación empática y optimista que se siente bien lograda para un público joven, sin caer en esquemas promedios o demasiado densos, teniendo una frescura que a nivel de diario encaja en épocas de primavera y verano aceptado un grado de actividades deportivas ligeras en exteriores. En oficina la fragancia se apega a un perfil alegre de edad amplia apegado a épocas cálidas con una posibilidad de resultar intrusivo en caso de aplicación excesiva o de mala ventilación, comenzando en un nivel informal pero adaptándose a ocasiones semiformales a mayor edad que se sostienen en la calidez del osmantus, con un efecto memoria bueno por el comportamiento lineal que presenta el perfume a partir de las 2 horas de aplicado. En el caso nocturno la fragancia sostiene una buena presencia en ambientes de mediana contaminación, cubriendo el segmento adolescente de fiestas en exteriores y el rango semiformal de reuniones con amigos a mayor edad, teniendo una posibilidad de uso formal en eventos tipo matrimonio al volver al extremo juvenil. En lo romántico el aroma produce atracción y empatía a niveles inocentes en segmentos jóvenes y adolescentes, sosteniéndose a mayor edad como un aroma pulcro y grato en conversaciones y salidas con pareja conocida. Rango de edad entre 20 y 60 años.