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L’Eau par Kenzo Mirror Edition by Kenzo

Esta fragancia del 2014 aparece como la edición limitada anual que se prepara para los perfumes L'Eau Par Kenzo y L'Eau Par Kenzo Pour Homme dentro de la marca fundada por el diseñador japones Kenzo Takada, con las fragancias repitiendo un concepto de agua viva y enérgica pero con una capacidad de reflejar los brillos de luz que recibe a modo de un espejo. El envase conserva la forma de botella del primer perfume L'Eau Par Kenzo de 1996, con una cara frontal ondulada y una cara posterior recta que contiene el nombre del perfume, diferenciándose de las versiones anteriores en la forma que se disponen las letras del nombre que en esta oportunidad se leen de manera horizontal y en el color del vidrio en tono rosado. En el sitio de Kenzo Parfums no señalan la estructura aromática del perfume, sin que se cuente con un listado oficial de notas.

En partida la fragancia sigue una evolución ligera y tenue, con una primera aproximación imprecisa en torno a pera que contiene cruces de frutos rojos apagados que se mantienen en la base solapados por un cuerpo seco y polvoso que pasa por musk en los primeros 5 minutos y luego tiende a lirios del valle a los 10 minutos, moviendo en paralelo una línea de calone que se desarrolla y presenta el aroma característico de un melón verde a los 15 minutos, teniendo el calone una baja momentánea a los 20 minutos con un alza del punto de frutales rojos que combinados con la capa polvosa dan la idea de una peonía. En fase media a los 30 minutos el perfume presenta variaciones que lo acercan a un grupo floral, bajando las peonías en favor de jazmines neutros con una base verde común con lirios del valle, sin limones y con un aporte frutal que corre por cuenta de la nota de calone que entrega un punto de melón apagado, con la mezcla verde entregando a 1 hora un aroma que va entre madera de tallos y un especiado de picor discreto. Al pasar de las 2 horas el perfume mantiene una línea en jazmín limpio con polvoso más cercano a musk y aportes secundarios de tibieza de pulpa de peras y manzanas verdes al borde de unas fresias, volviendo ocasionalmente el tono dulce y apagado de melón de calone dentro de un perfil discreto y relajado, variando las flores a las 3 horas hacia fresias y lirios del valle que contienen puntos menores de peonías cercanas a magnolias que resaltan una acidez verde con secos de fruta roja, tomando características vegetales alimonadas que giran con más fuerza en lirios del valle con té verde a las 4 horas. A las 6 horas el perfume muestra un aumento de intensidad en la capa de flores, centrándose en lirios del valle y fresias combinadas con rosas polvosas de corte ácido, apagándose estas rosas a las 9 horas en favor de un frutal rojo seco de la familia de las grosellas que incluye un alza de notas verdes en la base que no llega a niveles de un chiprés, teniendo a las 12 horas un comportamiento diferente con mezclas florales cercanas a los años 80 por un aporte a la miel centrado en ylang-ylang y jazmín con rosas, pero solapado por lirios del valle más rústicos y verdes. En fase final a las 24 horas la fragancia reduce su intensidad conservando al fondo una sensación de mezclas florales clásicas en el estilo de los años 90, sumando un punto paralelo de frutas rojas mesuradas como un vestigio de la nota de peonía.

El perfume mantiene un perfil bajo que por encima de su punto medio resalta en aportes florales mesurados, teniendo una preferencia de uso a nivel de diario en épocas de primavera por una línea aromática inclinada al lado verde. En oficina la fragancia muestra cercanía con otros perfumes basados en lirios del valle y en parte con algunas secciones de Green Tea de Elizabeth Arden, volviéndose más femenina sobre su punto medio pero conservando un efecto memoria bajo por el uso de notas aromáticas conocidas. En el caso nocturno el perfume se siente delicado y con poca presencia, careciendo de carácter suficiente para sostenerse en espacios contaminados o protocolares, asumiendo un perfil de fragancia de diario. En lo romántico la estructura de la fragancia presenta momentos polvosos ásperos más bien de disfrute personal que de intenciones de seducción y conquista. Rango de edad entre 20 y 60 años.