Furze by Lush

Esta fragancia aparecida durante Diciembre del 2012, al igual que la mayoría de los perfumes pertenecientes al Volumen 2 de la marca Lush de Inglaterra, se inspira en el Ulex europaeus, un arbusto conocido en inglés como Furze o Gorse y que en español recibe los nombre de retamo espinoso o tojo en español, que se destaca por tener un crecimiento rápido y poseer espinas que favorecen su uso como enredadera para restringir el paso a extraños, sumando una flor con un aroma intenso cercano al coco al cual se le atribuían en la antigua Europa propiedades mágicas que impedían que llegaran maldiciones o hechizos al hogar y que en los tiempos de los vikingos se agregaban estas flores a la maceración de la cerveza para hacerla más intensa e intoxicante, con el perfumista Simon Constantine buscando un equivalente de estas flores por medio de notas de perfumería. El envase considera un formato de 6 botellas de tamaño diferente y que son estándares dentro de la serie Volumen 2, cada una de ellas llevando una etiqueta que recuerda la viñeta de un comic, con un dibujo central de la flor y un título con letras tipo arte graffiti en la parte inferior, mostrando un texto en la porción superior que entrega una descripción de la flor. En el sitio de Gorilla Perfume señalan en la descripción de la fragancia las siguientes notas: vainilla, caramelo y coco, agregando en la lista de ingredientes un aceite de nerolí y absoluto de mimosa.

En partida la fragancia presenta durante el primer minuto una ausencia relativa de aromas, comenzando a incluir a partir de este punto tonalidades inicialmente tímidas de naranja en formato de aceite que son acompañadas pronto por una idea de aceite de bronceador que balancea ideas de vainilla y coco, sumando un tono breve de mimosa que es absorbida por la vainilla a partir de los 5 minutos y sustentando una sensación tibia y relativamente untuosa que gira en torno a una variante de bronceador, llegando a los 20 minutos con la misma nota principal de vainilla que agrega un tono de tibieza de ámbar más una veta de coco que se desarrolla con más fuerza e independizándose de la vainilla. En fase media a los 30 minutos la veta de coco presenta un ascenso y se vuelve dominante, incluyendo variaciones terrosas del tipo higo con un dejo vegetal que se aprecia sólo a corta distancia, teniendo giros de ámbar medianamente licoroso siempre solapado por el aceite de coco y teniendo una impresión a la baja de una cáscara de naranja, llegando a 1 hora con un aroma dominante en coco pero que se siente un poco más áspero como una variante al agua de coco con pequeñas vetas vegetales de tallos de flores y arbustos con influencia de vainilla en vaina, con un punto de almendras frío que vuelve a recordar el aporte inicial de mimosas. A las 2 horas la fragancia se suaviza dando un nuevo enfoque más terroso y fresco que mantiene la cercanía con aceites bronceadores, aumentando la sensación de aportes florales extras de la familia de la mimosa que combinados con la vainilla crean una impresión de aroma a piel cercano al musk, con el coco volviéndose más seco y limpio teniendo una similitud con aromas de jabón de higo que incluyen una porción de terrosos y de verdes de hojas de higuera, desapareciendo casi por completo el tono de coco a las 3 horas y centrandose en una vainilla ambarada y fragante con sensación de una flor tropical tibia más profunda que la mimosa, la cual se siente como un mazapán delicado, aumentando la sensación oleosa del aceite bronceador y dando la apariencia de aportes de margarina derretida no láctea sobre un áspero vegetal tipo arbustos alineado con las hojas de higuera, teniendo a las 4 horas un retorno a vainilla de bronceador con mayor presencia de terrosos que apuntan a pulpa seca de coco y a vetas vegetales imprecisas de baja aromaticidad que recuerdan proyecciones de jazmín, sintiéndose aportes esporádicos menos precisos de mimosa que se perciben mejor a nivel ambiental. A las 6 horas la fragancia se siente más suave y con un perfil que se aleja del bronceador enfocando la vainilla hacia efectos mucho más acaramelados, manteniendo una mimosa que se siente más limpia y silvestre y con menos interferencia de rebotes secundarios de coco y vegetales, sumando un picor casi subliminal en nariz que no se siente de manera obvia o directa en el papel a las 9 horas y que tiene como origen más cercano a la vainilla que es más etérea, llegando a las 12 horas con cruces extras de aromas de aceite de cocina con trazas de oliva y mantequilla, junto con un punto mínimo de esencia de cacao de jabones y de retornos del higo que está más cerca de un coco más amaderado que vuelven a crear una impresión de bronceador a la primera olida. En fase final al pasar las 24 horas de aplicado el aroma se siente más acaramelado, conservando la vainilla fragante y teniendo cruces de higo más vegetal y con tintes de licor a la resina, presentando una leve miel asociada a una mimosa de aspecto denso al fondo y que como mezcla general da un aspecto más rústico que Fire Island de Bond No.9 que también posee un enfoque similar.

La fragancia mantiene la mayoría del tiempo una aproximación unisex dulce y adictiva de días relajados, que recuerda mucho un día en la playa o las vacaciones por el aroma de bronceador como consecuencia no intencional de la imitación que busca el perfumista del aroma de la flor en la que se basa el perfume, apuntando con pocas restricciones a un escenario de diario veraniego e incluso a pesar de la densidad del perfume pudiendo soportar un grado de actividad deportivo mediano en lugares ventilados y exteriores. En oficina la fragancia deja impresiones diferentes en el caso masculino o femenino, sintiéndose relajado y menos profesional en un hombre y tomando un enfoque artesanal de imagen cuidada hacia el final en una mujer, en este último caso teniendo un efecto memoria alto al confundirse con un bronceador para luego tender a una flor dulce lineal a la vainilla, llamando la atención al presentar ideas en una reunión. A nivel nocturno el perfume tiende a asumir nuevamente el enfoque unisex, en ambos casos apuntando a fiestas informales en lugares cálidos u organizadas cerca de la playa con una opción de uso semiformal, diferenciándose en pequeños aspectos como un enfoque más cercano a pubs, vacaciones y reuniones con amigos en el caso masculino, y con una opción de aroma de matrimonios en un formal relajado al ser usado por una mujer. En lo romántico el perfume contiene puntos y situaciones adictivas que llaman la atención ante gente desconocida e invitan a acercarse e incluso a oler de cerca, de manera relajada con pareja conocida en hombres y con una componente más sensual y conquistadora en mujeres. Rango de edad entre 20 y 60 años.