Eros by Versace
Este perfume de finales del 2012 es la tercera fragancia masculina de la marca Versace actualmente en producción, apareciendo 4 años después de Versace pour Homme y sumándose a Versace Man Eau Fraiche del 2005, con Eros tomando su nombre de la deidad griega del amor y por este lado recuperando la fascinación del fallecido diseñador y fundador de la marca Gianni Versace por el arte griego. La botella sigue lineas cuadradas que se acercan más a las formas de la botella de Versace de mujer del 2007, con un tapón cilíndrico con un extremo dorado y coloreado de un azul acuático similar al del vidrio del frasco, el cual mantiene al centro la cabeza de Medusa que mantiene como logo de la marca pero como un grabado incorporado en el molde del vidrio en lugar de ser un disco adherido, con decorados tipo grecas concéntricas que se repiten por el borde al frente del envase y por toda la parte posterior. En el sitio de Versace todavía no figura este perfume, sin que se tenga un listado oficial de sus notas.
En partida la fragancia muestra una combinación suave de vainilla mezclada con anís y efectos ligeros y muy tenues de menta, con recuerdos vagos de Le Male de Jean Paul Gaultier, variando el aroma a los 5 minutos con la aparición de una veta fresca de bergamota que evoluciona hacia alimonados fragantes y no cítricos que superan a la vainilla manteniendo un aire sintético no molesto a nivel de base, cruzando al mismo tiempo un pachulí breve tipo chocolate de corta duración que pasa por granos de tonka, aumentando la profundidad de la bergamota al alcanzar los 15 minutos. En fase media a los 20 minutos la fragancia presenta un giro notable al enriquecer la veta frutal con tonos que rondan la piña e incluso la pera, con una similitud con Light Blue de Dolce & Gabbana de mujer pero en un formato más simple y manteniendo líneas frescas masculinas, con retornos de menta al agua y vainilla en un formato de bizcocho al aproximarse a 1 hora del inicio y que ayudan a afinar las frutas en torno a una cáscara de limón. A las 2 horas la fragancia vuelve a rebajar la vainilla a nivel de base destacando grupos frutales al agua, con brillos de pera y manzana que muestran al fondo un sintético de la familia de las resinas y que inclina parte de la menta hacia un enebro acuático, con un rasgo de madera neutra que se aproxima a infusión de canela y que desde este punto abre la posibilidad de un uso de grupos florales para establecer un cuerpo de agua en torno a geranio y hojas de violetas, mostrando mayor presencia de bergamota y mandarinas a las 3 horas y media con un fondo más notorio y oriental de vainilla que arrastra porciones de almendras y dejos de pachulí confitado que reemplazan el punto fresco de menta inicial. A partir de las 4 horas y media la fragancia aumenta la presencia de ámbar y potencia las vetas tibias, con variaciones de vainilla que vuelven a chocolate en un formato graso tipo manteca de cacao blanca complementada por pachulí amaderado, con momentos licorosos turbios que insinúan granos de tonka y canela, volviendo a bajar la vainilla a las 6 horas a un formato fresco y que es equiparado por granos de tonka complementados por mandarinas a las 6 horas. Al llegar a las 9 horas, la fragancia comienza a presentar bajas en su intensidad tendiendo a un formato de aroma apegado a la piel, con una vainilla más sencilla con rasgos florales neutros y que vuelve a sentirse como una simplificación de Le Male, con frescores de nuez moscada y canela levemente anisada con un brillo de mandarinas que supera al grano de tonka y se acerca a musk, reapareciendo los frutales dentro de la gama de la piña y la bergamota alimonada cruzada con maderas ambaradas a las 12 horas. En fase final a las 24 horas el aroma mantiene un centro frutal más rebajado y que gira en torno a ideas de variantes de alimonados que incluyen a la piña, con tibios de tonka mezclados con bergamota más tenue y con apariciones de pachulí y canela con ámbar que dan un picor ligero no verde y dentro de la línea de tibios de vainilla con madera.
La fragancia presenta una mezcla mixta que por momentos se aleja de la línea mediterránea cítrica tipo colonia que mantenía la marca para el segmento masculino, haciendo aportes de vainilla y especies matizadas con menta ligera y tintes de piña que aportan brillo al aroma y tienden a sacarlo del promedio, conservando a nivel de diario un enfoque hacia épocas veraniegas e incluso teniendo momentos dinámicos y deportivos durante el predominio de la familia frutal, en un rango que va de informal a semiformal volviéndose un poco más tibio y atemporal invernal ligero hacia el final. En oficina la fragancia tiene sus momentos destacados, con un efecto memoria mediano que repunta en las frutas y en las apariciones del tinte de chocolate, sintiéndose como una propuesta fresca a una imagen semiformal o formal joven no intrusiva, grata entre colegas y correcta en presentaciones con bajo público en salas pequeñas donde ofrece empatía y cercanía en compensación a una necesidad de autoconfianza o enfoque laboral. En el caso nocturno la fragancia se desenvuelve con más soltura cubriendo ámbitos que van del informal juvenil de fiestas con un aire pulcro al semiformal de espacios limpios, funcionando mejor en círculos pequeños como eventos en torno a una mesa, pudiendo sentirse demasiado frutal y ligero para ocasiones formales. En lo romántico la fragancia consigue llamar la atención mostrándose acogedor y sin molestar a corta distancia, sin proponer líneas sensuales o conquistadoras explícitas pero funcionando bien al conocer a alguien desde cero y entablar una conversación. Rango de edad entre 20 y 45 años.