Attimo L'Eau Florale by Salvatore Ferragamo
Este perfume del 2011 aparece como una variante de Attimo de mujer del año 2010, aprovechando parte de la estructura aromática del original pero inclinándose hacia una línea floral fresca natural menos cítrica y más luminosa que mantiene el concepto italiano de "attimo" relacionado con el recuerdo de los momentos más preciados que dejan marcas imborrables en la vida. El envase repite la forma de botella de Attimo del año anterior que recuerda una pila de discos descentrados, reemplazando el acabado dorado del metal y del líquido por un tono general rosado. En el sitio de Salvatore Ferragamo señalan que las notas básicas de este perfume son: pera nashi, kumquat, flor de loto, peonías, rosa búlgara, jazmín, frangipani y pachulí.
En partida la fragancia se apega a una línea dominante de un agua de rosas fresca con rasgos de jabón perfumado artesanal, no clásico ni denso, que evoluciona gradualmente hacia tono más jóvenes y dulces cercanos a peonías que proyectan líneas alimonadas cercanas a fresias, sin desviarse hacia el lado de los frutales rojos. En fase media a 30 minutos se mantienen un centro de peonías que vuelve a rosas de jardín ligeramente amieladas no densas que se amplía a frutales más vivos que muestran cercanías a peras, con nuevos florales secundarios de jardín que van por lirios del valle y jazmines frescos no clásicos, con un ascenso a 1 hora de una veta de duraznos o damascos más fresca que una gardenia y que puede apuntar a un osmantus o frangipani ligeramente avainillado con rasgos de ámbar tibio, siguiendo una evolución rápida hacia 1 hora y media del inicio con bajas temporales del punto de pera en favor de la combinación floral centrada en peonías blancas con duraznos y partes de lirios del valle con jazmines que traen recuerdos de una variante ligera pero de alta estela de 5th Avenue de Elizabeth Arden sin la parte de vainilla. A 3 horas se mantiene el dulzor de polen con aires de jardín, con mayor cercanía a tibiezas de madreselva similares a las presentes en L'Eau Femme de S.T.Dupont, con una baja en la estela aromática que mantiene una base de peonías y fresias con musk que arrastran un punto ligero de un frutal de compañía tipo duraznos que todavía trae rebotes de la nota inicial de pera. Hacia las 6 horas el perfume se apega a aromas de cremas y lociones corporales basadas en rosas, tomando algo de tiempo en alcanzar nuevamente mayor profundidad aromática y personalidad, mostrando a las 9 horas retornos de la madreselva con ámbar seguido de puntos fríos ligeramente amaderados y especiados que se afinan en ásperos de loto a las 12 horas, conservando una estela aromática alta que cubre una habitación pequeña con el aroma de polen de madreselvas. En fase final al llegar a 24 horas el aroma muestra un retorno hacia la familia de las rosas clásicas y aterciopeladas conservando dulzores de duraznos cercano a gardenias con puntos fríos adicionales de jazmín y pequeños picores especiados de tallos, mostrando todavía una intensidad alta a nivel ambiental.
La fragancia muestra una evolución lenta, con un inicio casi exclusivamente centrado en agua de rosas frescas que luego se vuelve más dulce y alegre, con una buena presencia social dentro de un ámbito informal relajado con impresiones de diario veraniegas que recuerdan paseos a pleno sol con una imagen femenina correcta y limpia algo más social que personal. En oficina la fragancia se inserta bien dentro de una línea semiformal femenina y laboral con buena autoconfianza y sin caer en estilos florales clásicos, con las rosas actuando como carta de presentación y consiguiendo mejor memorización durante la fase que muestra la capa de madreselvas cargada al polen. En lo nocturno el perfume vuelve a dar una buena impresión algo alejada de momentos dinámicos informales, estabilizándose en reuniones en casa con amigos mostrando presencia y empatía dentro del grupo sin requerir de sobreaplicaciones. En lo romántico la fragancia presenta por momentos retornos a líneas clásicas florales que proyectan una imagen femenina con cierta sofisticación, cubriendo a la vez un escenario de salidas especiales con pareja conocida o llamar la atención con una idea seductora mesurada orientada a iniciar una conversación. Rango de edad entre 25 y 45 años.