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Nina L'Elixir by Nina Ricci

Este perfume del año 2010 corresponde a un edición especial basada en Nina del 2006, de tonalidad más concentrada y con variaciones en el centro azucarado el cual cambia hacia líneas menos frutales y menos juveniles en favor de capas más sensuales y densas al ámbar, conservando varias de las notas principales del original. El envase repite el mismo diseño de manzana con hojas plateadas planteado por Nina, con una variación en el colorido del vidrio el cual ahora muestra un degradado que va de un rojo burdeos más intenso y oscuro que baja a transparente. En el sitio de Nina Ricci señalan que las notas aromáticas de este perfume son: ámbar, lima de caipiriña, manzanas caramelizadas, frutos rojos, limón, musk, cedro y jazmín.

La partida tiene un tinte frutal diferente al original, con partes de frutos rojos pero montadas como una capa secundaria y con menos sensación de azucarados, agregando un tono cremoso que recuerda aromas de mangos con partes de gardenia frutal e ideas de musk. En fase media se siente un aumento en la profundidad de la capa cremosa, con mayor presencia de ambarados y maderas que potencian al musk y le dan un carácter más untuoso, sin llegar al praliné pero rondando la idea de vainillas y postres como en Incredible Me de Escada, con un fondo de frutales rojos más bajos al oler en forma directa pero que se sienten a nivel ambiental, con inclinación a frambuesas y grosellas con un ligero punto sintético tipo granadina. A 2 horas y media se mantiene el tono dulce casi de vainilla, con dominio de ámbar dulce mezclado con musk y fondos frutales rojos, agregando una línea de flores suaves y femeninas cercanas a fresias y con un punto entre gardenias con magnolias, tal vez cercanas a un jazmín pero en versión fresca no jabonosa ni clásica. A 4 horas el grupo de frutos rojos decae en favor de frutales neutros con un punto maduro cercano a una mermelada de duraznos que tiende a licorosos, cayendo también la madera y manteniéndose el ambarado, mostrando aumentos en el grupo floral que se mueven entre fresias alimonadas con un floral clásico tenue. Alrededor de las 9 horas vuelve el tono de madera bien integrado con el ámbar, con una sensación algo más seca tipo resina diluida en este punto y rebajando algunas frutas maduras que vuelven a tonalidades rojas más concentradas hacia guindas, con un aire general de limón al agua en las capas inferiores. Ya pasadas las 14 horas el perfume se vuelve más alimonado, con un cambio de fresias a jazmines jabonosos muy frescos y fondos de fruta tipo mermelada suave no gourmand, seguido de variaciones de la madera hacia vegetales y con el ámbar todavía presente pero en un carácter más neutro y sin aportar un dulzor extra. En fase final se siente un repunte de la capa dulce, con partes de frutos rojos que hace aportes parecidos a un Ágatha Ruiz de la Prada suavizado y con las flores en una capa de fondo casi de complemento, con residuales de madera y ámbar mezclados y un dejo fresco de limón con bergamota al fondo.

El perfume parece mostrar una evolución del Nina de corte más adolescente, con un reemplazo del azucarado rojo por una mezcla de ambarados cremosos que luego tienden a frutas maduras, con roces casuales casi gourmand que aportan más capas tibias para un uso de diario atemporal que se siente indiferente de las estaciones del año, aguantando un uso en solitario más bien invernal y de exteriores pero lejos de situaciones deportivas. En oficina el aroma tiende hacia un nivel más serio que Nina, dentro de círculos semiformales gratos a nivel social pero sin ser una fragancia de gran estela o de efecto memoria destacado, moviéndose dentro de un grupo de aromas dulces tibios que aguanta situaciones laborales más elaboradas como reuniones con clientes o presentaciones. Por el lado nocturno la veta de ámbar con frutas es lo suficientemente densa para superar aromas ambientales de mediana intensidad, moviéndose en un círculo cercano de estela media como una mesa o la barra de un pub, aguantando bailes y situaciones dinámicas sin exageración ya que por momentos los puntos densos de la fragancia pueden resultar molestos al transpirar en exceso o en verano. Por el lado romántico la forma en que están dispuestas las notas florales, frutales y dulces se acercan más a una imagen pulcra personal que a una seductora o conquistadora, faltándole algo de chispa o de una carga femenina más receptiva y empática. Rango de edad entre 25 y 50 años.