Shalimar by Guerlain
La fragancia Shalimar fue creada por el perfumista Jacques Guerlain (nieto del fundador de la casa Guerlain) en el año 1925, inspirado en la historia de amor del emperador musulmán Shah Jahan por su esposa Mumtaz Mahal, a quien amó por casi 20 años y que después de muerta dedicó otros 20 años de su vida para erigir en su honor el mausoleo conocido como Taj Mahal en la India y los jardines de Shalimar en Pakistán, de donde el perfume toma su nombre. El frasco actual es una versión más estilizada de la botella de comienzos de siglo, conservando la silueta general y el tapón tipo abanico pero eliminando el pie y los surcos verticales del vidrio. Al menos en la edición Eau de Toilette revisada, las notas declaradas en el frasco del tester eran las siguientes: bergamota, vainilla, granos de tonka e iris.
La partida es bastante atemporal, con tonos de colonia clásica al limón, nerolí y mandarina aromática no cítrica y en cuerpo de agua, con un dejo polvoso floral bastante fresco y veraniego, algo dulce y en la línea del iris que rebaja la tendencia de colonia del nerolí. Entremezclado se siente un avainillado frutal, de tipo granos de tonka bien integrado con la veta de naranja. En fase media tiende a dominar el polvoso del iris sobre una capa fresca, sin que se distingan tanto las naranjas y dando la impresión de un aroma muy parecido a una marca de toallitas húmedas para bebé. A unas 5 horas de aplicado la fragancia toma características bastante suaves en papel, evolucionando del aroma de toallita húmeda de bebés a una vainilla amarga con un iris todavía polvoso con una leve tendencia a las violetas. El tono amargo parece ir más allá de la influencia del iris, dando la idea de un chiprés atalcado con notas oscuras entre lo animal y las resinas con al menos una madera seca. Ya en fase final los tonos amargos con animal y el carácter chiprés bajan en favor de un atalcado todavía resinoso bien ligado con lo que parece más un grano de tonka que una vainilla (con la sensación de cumarina aportando tonos más intensos a las resinas). A unas 24 horas de aplicado se mantiene tenue y con baja estela apegado a ras de papel, con menos talco y más presencia de granos de tonka en forma de cumarina resinosa.
Si bien este perfume viene precedido de una fama y un aprecio mundial de más de 80 años, el aroma en sí tiene puntos bastante independientes de la década en que se use, perfilándose como una mezcla entre una colonia veraniega sin edad al comienzo y un atalcado con tonos inocentes de bebé o incluso de madre hacia el final. Se siente bastante bien para un uso de diario veraniego y primaveral, incluso bastante cotidiano para usar en solitario a pesar del precio del perfume, volviéndose más invernal en las notas finales. En oficina aprovecha la partida fresca como un aroma de comienzo de día que gradualmente tiende a resinas más presenciales sin ser extremadamente explícitas o intrusivas (al menos en la versión Eau de Toilette) manteniendo una imagen sin edad y sin parecer un perfume demasiado maduro. Como aroma nocturno se siente fresco, tal vez con mayor presencia en las fases finales en una edición Eau de Parfum (que supuestamente es más intensa en resinas y especies) pero a nivel general tiende a una imagen más cercana al día. Por el lado romántico, si bien la inspiración del perfume tiene relación con una historia de amor y estaba considerado como un aroma sensual en su época, según los parámetros actuales el perfume tiende más a un estilo personal relajado que a una fragancia conquistadora o capaz de romper esquemas. Rango de edad bastante amplio, entre 25 y 60 años.