Daddy Yankee by Daddy Yankee
Esta fragancia de finales del 2008 es la primera desarrollada por Falic Fashion Group (el mismo que maneja las fragancias Hard Candy y Perry Ellis) usando la imagen y el nombre del rapero Daddy Yankee. Con una distribución limitada en un comienzo a Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica (donde es más sólida la imagen del artista), la fragancia se desarrolló con una partida cítrica por un gusto personal del artista (una nota con la que se sentía cómodo por su personalidad dinámica) y también por el resultado de pruebas centradas en mujeres... si bien el destino final es la piel de un hombre, la idea es que el perfume sea comprado por una mujer para su pareja.
La fragancia comienza con un tono fresco levemente frutal entre bergamotas con un fruto neutro, no específicamente un limón pero con un cuerpo acuático refrescante. En fase media el aroma sufre un cambio notorio con unas notas más terrosas que reemplazan a los frutales en una primera impresión, con tendencia a un especiado fresco en la línea del jengibre pero sin llegar a una nuez moscada. Gradualmente aparece un tono que (según la vendedora) debería ser un acorde marítimo pero que parece ser calone inclinado a los melones, como en Reaction de Kenneth Cole... y por momentos tendiendo bastante al estilo de este perfume en su versión masculina. Pasadas un par de horas desde la primera aplicación sigue la idea de aroma oceánico al melón con trazas de especiado cercano a la madera, que tiende a una resina levemente tostada al seguir oliendo por más tiempo. A nivel general la fragancia se mantiene fresca, con recuerdos en estilo de otros perfumes y algunas trazas verdes que se alinean con el aroma marítimo. Ya en notas finales el perfume mantiene una intensidad más cercana al papel, con tonos marítimos dominantes que oscilan entre el oceánico de productos de limpieza y el frutal tenue, con un jengibre que da la pista especiada suave y una mezcla de ámbar fresco.
Diseñado como un aroma para ser disfrutado y olido por mujeres (e incluso comprado por algunas para su uso personal), la fragancia no se aventura en aromas extravagantes apegándose a un estilo fresco y actual sin muchas referencias a la perfumería clásica, excepto por el aroma marítimo tipo calone que da unas vetas levemente frutales. En este sentido la fragancia se desenvuelve bien como un aroma veraniego de diario, cubriendo en este escenario la mayoría de los objetivos que tenía propuesto dando un espectro bastante amplio entre lo deportivo, lo cotidiano en solitario y lo social de ciudad. En oficina sigue siendo una fragancia fresca y joven que aguanta bien un uso de corbata relajada no formal y de verano, nuevamente más cotidiana que para reuniones importantes que requieren destacar. En el campo nocturno y apegándose al verano se vuelve bastante informal para actividades dinámicas como ir a bailar, aunque aquí tiende a repetir el enfoque usado en el estilo de diario perdiéndose por intensidad frente a otras fragancias o los olores ambientales turbios. En lo romántico es grato y fresco pero no se proyecta más allá, sin muchas notas sensuales y con una tendencia a caer en la línea de otras fragancias ya conocidas y perdiendo puntos al no ofrecer grandes sorpresas o despertar curiosidad. Rango de edad relajado, entre 20 y 50 años.