Creation by Ted Lapidus

Este perfume fue lanzado al mercado el año 1984 y corresponde al primero que fue creado para la línea de fragancias del diseñador francés Ted Lapidus. Se desarrolló como una fragancia clásica atemporal, de ahí la influencia de perfumes relativamente clásico de la época que explotaban un estilo chiprés, donde se desarrollan aromas frutosos cítricos o florales que evolucionan a notas más hacia la madera. En el caso de Creation, el inicio es de flores clásicas algo aldehídicas que tienden hacia un final especiado.

La partida es bastante intensa y floral densa, en estilo ochentero clásico, con presencia de flores en la línea de la tuberosa y especies que dan una sensación entre picante y maderosa seca, y por un momento pareció algo aldehídico. En notas medias las notas florales se abren, con algo que mantiene la idea de tuberosa o ylang-ylang, levemente terroso... sensación que se mantiene con las especies en la línea de la canela maderosa y la nuez moscada seca. Puede que haya algo de frutas, un limón o una naranja cítrica que aparece de fondo en forma ocasional y reemplaza al aldehídico polvoso. Como complemento a las flores densas se insinúan otras notas florales más suaves y algo acuáticas, como rosas dulces y jazmines. En base retoma los aromas a limones que, aunque recuerdan a aldehídos, aparecen menos formales y un poco más frescos que en las fases anteriores. También existe presencia de canela, flores blancas e ylang-ylang.

En estilo clásico y elegante, se siente distinguida pero algo madura. Se siente seria para uso en verano, inclinándose hacia el frío y espacios cerrados. Destaca de noche y da formalidad en oficina, de diario también es llamativa pero no en estilo relajado... el aroma requiere de contacto social y ser olida para que no se desperdicie. Tiene notas florales atractivas para un hombre, aunque el aspecto serio no ayuda a sacar provecho extra en una situación romántica, es agradable pero llamativa más que seductora. Aunque tiene un estilo algo viejo y ochentero, calza bien en alguien desde los 30 a los 60 años, e incluso en una mujer de 25 años, pero que requiera mostrarse formal y elegante de noche.